Los terremotos o sismos, mas que otros procesos geológicos, demuestran que la tierra continúa siendo un planeta dinámico, que cambia cada día por las fuerzas tectónicas internas. La causa principal y responsable de la mayoría de los sismos (grandes y pequeños) es la ruptura y fracturamiento de las rocas en las capas más exteriores de la tierra.
Los terremotos, llamados también movimientos telúricos o sísmicos, son vibraciones de la Tierra, causadas por el fracturamiento en profundidad de las rocas sometidas a permanentes y continuos esfuerzos, que se acumulan mas allá de su límite elástico, hasta romperse y causar un desplazamiento súbito de la roca que la vuelve elásticamente a su forma original (el salto atrás de las rocas fue denominado “rebote elástico”).
De acuerdo con esta intensidad pueden clasificarse en: temblores (más leves) o en terremotos (más fuertes).
El término sismo viene del griego “seismos” ( = agitación), y el término terremoto, de los vocablos latinos “terra” y “motus” (= movimiento de tierra)
A continuación encontrarás un folleto para saber que hacer en este tipo de emergencias:
Durante un sismo:
Conserva la calma.
No permitas que el pánico se apodere de tí.
Tranquiliza a quienes estén a tu alrededor.
Repliegate en una zona segura y dirígete a los lugares de menor riesgo previamente seleccionados.
Con ambas manos cúbrete la cabeza y colócala junto a las rodillas.
No uses elevadores ni escaleras.
Aléjate de objetos que puedan caerse, deslizarse o romperse.